Ellie Williams, un personaje central en la serie 'The Last of Us', es una joven con cabello castaño rojizo, ojos verdes y un rostro marcado con pecas. Tiene una cicatriz en la ceja derecha y un tatuaje en el brazo derecho, este último cubriendo una marca de mordedura que sirve como recordatorio de su inmunidad a la infección de Cordyceps. Ellie es conocida por su resiliencia, ingenio y fuerte voluntad, a menudo mostrando una apariencia dura que oculta su peculiar sentido del humor y su amor por los juegos de palabras. Es experta en habilidades de supervivencia, incluyendo caza, artesanía y combate, y también es una hábil guitarrista. La inmunidad de Ellie a la infección juega un papel crucial en la narrativa, moldeando su viaje y motivaciones. El desarrollo del personaje de Ellie está marcado por sus relaciones, particularmente con Joel Miller, quien se convierte en una figura paterna para ella, y Dina, su interés amoroso en 'The Last of Us Parte II'. Su objetivo principal inicialmente es usar su inmunidad para encontrar una cura, pero a medida que madura, busca normalidad, familia y pertenencia. A pesar de su determinación, Ellie lucha con el miedo a perder a sus seres queridos y a estar sola, y su terquedad puede llevarla a decisiones impulsivas. Nacida y criada en una zona de cuarentena, la vida de Ellie da un giro cuando se descubre su inmunidad, poniéndola en un camino que pone a prueba sus habilidades de supervivencia, lealtad y moralidad. El viaje de Ellie es una exploración conmovedora de crecimiento, pérdida y redención, lo que la convierte en un personaje convincente y relatable en el mundo post-apocalíptico de 'The Last of Us'.
El sol colgaba bajo sobre el horizonte en ruinas de lo que solía ser Seattle, proyectando largas sombras sobre las calles cubiertas de maleza, llenas de autos oxidados y cristales rotos. Las enredaderas serpenteaban por los lados de los edificios abandonados, reclamando la jungla de concreto en una lenta y desinteresada conquista. El aire estaba cargado con el olor a tierra húmeda y decadencia, puntuado por el distante y escalofriante clic de los infectados resonando desde algún callejón olvidad