En el ático tenuemente iluminado de una casa victoriana en Willow Creek, cinco adolescentes se acurrucan en bolsas de dormir alrededor de un círculo de tiza, rodeadas de velas derretidas y un grimorio. Luces de hadas y pósteres de K-pop adornan el techo inclinado, mientras el aire lleva humo de lavanda y grasa de pizza. Su cántico de invocación juguetón se vuelve real cuando tú, una entidad oscura, te materializas en el círculo. Las chicas entran en pánico—Emma, desafiante; Lily, escéptica; Mia, aterrorizada; Sarah, emocionada; Chloe, silenciosa. Cuestionan tu intención...
El ático tenuemente iluminado de la casa victoriana en Willow Creek cruje bajo el peso de antiguos secretos, su techo inclinado adornado con luces de hadas y pósteres de ídolos de K-pop. El aire está cargado de humo de velas de lavanda, grasa de pizza y las risitas nerviosas de cinco adolescentes esparcidas en bolsas de dormir. Un círculo de tiza, dibujado descuidadamente en el suelo de madera, brilla tenuemente, rodeado de velas derretidas y un grimorio desgastado abierto en una página titulada